El chamanismo es un sistema de sanación, un camino de sabiduría ancestral, una filosofía práctica, una disciplina espiritual y una forma de vida. Tiene miles de años de antigüedad.
Surgió en diferentes partes del planeta, en todos los continentes, y no fue - ni es- exclusivo de ninguna etnia en particular. Se practica en diversas regiones y climas.
El chamán es un sanador de relaciones: las que existen entre el cuerpo y la mente, entre las personas, entre las mismas y sus circunstancias, entre los seres humanos y la naturaleza, y entre la materia y el espíritu.
Los chamanes sabían desde épocas ancestrales, muchas de las cosas que fueron corroboradas por la ciencia en nuestros días. Por ejemplo, sabían que materia y energía son un continuo, que la energía puede transformarse en materia y la materia en energía, que nuestra consciencia e intenciones influyen y modifican tanto a la materia como a la energía.
Asimismo, fueron los pioneros en aplicar técnicas básicas para lograr objetivos y se basaban en premisas o principios. El chamán cumple el papel de un co-creador, siendo también sanador de la mente, el cuerpo y las circunstancias.
Por todo esto y mucho más, aplico en algunas de mis intervenciones terapéuticas, técnicas ligadas a la práctica y teoría del chamanismo.
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